Las frutas y verduras son clave en la lucha contra la obesidad
La agricultura y una política agrícola
adecuada se encuentran en la base de una dieta
saludable, pero los europeos, en algunos aspectos,
se alimentan peor ahora que hace 45 años,
según los datos presentados en una reunión
internacional sobre la obesidad. FAO, 18 de
mayo de 2006, Roma por Christopher Matthews FAO es la Organización de las Naciones Unidas
para la Agricultura y la Alimentación.
"La calidad de la dieta en
la Unión Europea se ha ido deteriorando
gradualmente y se ha hecho demasiado rica en grasas,
particularmente en grasas saturadas, azúcar
y colesterol", aseguró el economista
de la FAO Josef Schmidhuber al presentar datos
procedentes de un estudio que cubre el período
1961-2002 y que hace por lo tanto referencia a
los 15 socios europeos, antes de la última
ampliación.
Schmidhuber intervino en una conferencia de dos días
que ha reunido a representantes de los países
incluídos en las Oficinas regionales para
Europa de la Organización Mundial de la Salud
(OMS) y la Organización de las Naciones Unidas
para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Una señal positiva, sin embargo, era que en
2002 la población de la UE comía más
frutas y verduras, según Schmidhuber. La población
en los países mediterráneos tiene en
general una dieta más saludable que en otras
regiones europeas, pero también presenta claros
signos de deterioro, según explicó Schmidhuber.
La reunión FAO-OMS, que cuenta con financiación
del Gobierno italiano, tiene lugar en la sede central
de la FAO en Roma. Su objetivo es facilitar el diálogo
entre el sector agrícola y el de la salud
pública e identificar políticas fiscales,
comerciales y de apoyo a la producción primaria
para mejorar la dieta de la población y
luchar contra la obesidad y las enfermedades asociadas.
"Es un hecho lamentable que el sobrepeso y la obesidad
afecten a los sectores más pobres de la sociedad
y con consecuencias a largo plazo en uno de sus grupos
más vulnerables: los niños", aseguró Marc
Danzon, director regional para Europa de la OMS. "Todos
deberían tener acceso a alimentos saludables
y las políticas gubernamentales deberían
apoyar tanto su disponibilidad como el acceso en
Europa".
La obesidad es uno de los grandes problemas de
salud pública en el Siglo XXI. Su incidencia
se ha triplicado en muchos países europeos
desde los años 80, y el número
de afectados -en especial niños- continúa
creciendo de forma alarmante. La obesidad es responsable
del 2 al 8 por ciento de los costes sanitarios
y de un 10-13 por ciento de las muertes en
diferentes regiones de la UE.
Obesidad en los países en desarrollo
Guy Nantel, nutricionista de la FAO, explicó a
los participantes que la obesidad no se limita
a los países ricos y desarrollados, sino
que se está convirtiendo rápidamente
en un problema también para
las naciones en desarrollo. Ello les sitúa ante una doble reto, ya que
la subnutrición convive codo con codo con la sobrealimentación
y la obesidad.
La adopción de la dieta del mundo occidental
y un tipo de vida cada vez más sedentario,
han hecho subir con rapidez los índices
de obesidad en los países en desarrollo,
en un problema que afecta en especial a las mujeres,
afirmó Nantel.
La FAO considera que había 852 millones de personas subnutridas en el
mundo en el período 2000-2002, mientras que la OMS calcula que hay unos
300 millones de adultos obesos, y de ellos 115 millones en los países
en desarrollo.
Nantel citó el ejemplo de China, en donde la sobrealimentación
ha llegado a un punto en el que el 23 por ciento de la población
adulta es obesa o tiene sobrepeso, y las enfermedades relacionadas con la dieta
se han convertido en la principal causa de mortalidad.
Una solución parcial para el problema sería que la gente comiera
más frutas y verduras, según aseguró en la reunión
Eric Kueneman, Jefe del Servicio de Cultivos de la FAO
"La FAO promueve de forma activa la producción de frutas y verduras
en beneficio de la salud y para generar ingresos para los campesinos",
señaló Kueneman. Añadió que una iniciativa conjunta
FAO-OMS existente en este campo representa "una buena posibilidad para
una cooperación más amplia en los sectores de la salud, la educación
y la agricultura".