En primavera, los zoos nos presentan los cachorros recién nacidos, beneficiándose del masivo público. A la temporada le sigue el otoño, que significa la muerte para muchos animales. Sobre unas prácticas intolerables. Autor Bert Huisjes (AD magazine, 13 nov. 1999). |
"Vendo de todo"Cinco pares de ojos nos miran al abrir la puerta del viejo remolque. Quejas de la vecindad han llevado a estos controladores de inspección al sitio. En el corral hacen un descubrimiento inesperado. En un remolque herrumbroso, encuentran a cinco adultos babuinos de Guinea acurrucándose asustados. "El olor era increíble”, dice el controlador Jaap Reijngoud. "Los monos habrán pasado meses allí. Había una capa de mierda tremenda. Los animales se pegaban a una tela metálica, para estar secos. A una hembra sólo le quedaba el muñón de una cola. Otro había crecido torcido como si hubiese pasado años en una jaula demasiado pequeña. Y a otro incluso le salían las tripas. Con la mano llegaban a un recipiente de agua que estaba fuera de la jaula.” El propietario de los babuinos es un comerciante
de 34 años. "Vendo de todo”,
dice, "chatarra, vigas, animales. Tenía
quinientos gansos, el otro tenía cinco monos.
Me pareció un buen trato.” Según él,
los babuinos venían de Bélgica y
pasaron solamente cuatro días en el remolque. "Sólo
vinieron a pasar unos días para un rodaje.” Los parques zoológicos tienen un secreto.Crían animales sin tener sitio. |
¿Que se hace con el surplús?"Es un gran problema.”, dice un comerciante de animales. "Los machos siempre son un problema. Una vez mayor, amenazan el grupo. En la mayoría de los grupos sólo hay un macho. Pero lógicamente nacen tanto machos como hembras. ¿Y qué se hace? Yo qué sé.” Un veterinario de zoo anónimo habla. "Nos dicen que les peguemos un tiro. Así, la carne les sirve para los predadores. Después una inyección letal, la carne ya no vale. Sigue siendo un gran tabú. Cuando se trata de monos, osos y leones, la gente se emociona. Les da lástima. Pero a la vez comen carne. Esa gente es hipócrita.”Oficialmente está todo bajo control. Los once zoos holandeses alardean de cumplir con los requisitos de alojamiento, cuidado médico y educación del público. Practican la eutanasia, pero muy raras veces, y solamente en caso de enfermedad terminal. El destino de los animales les importa tanto, dicen, que ya no tratan con comerciantes. En lugar de eso intentan establecer una red de intercambio de animales (EAZA) que implica la colaboración de 250 zoológicos europeos. Una ruptura notable, la con los comerciantes.
Han sido socios fijos de todos los parques zoológicos
durante décadas. El comerciante entregaba
los animales y se llevaba los que sobraban en
otoño. Un reportaje de hace tiempo desveló la
siguiente práctica: un comerciante se
lleva ositos y tigres de un zoo y los lleva a
Bélgica. Allí, un matarife los
mata a tiros. Todo grabado en cámara oculta.
¿Qué ocurre actualmente?
"Un buen zoo no tiene surplús”, dice un colaborador de la red de intercambio internacional. "A los animales se les suministra la píldora. Se separan los machos de las hembras. En el caso de las aves, se les puede sacudir los huevos recién puestos. Aparte de eso, hay más y más zoos que llevan un programa de cría, con un libro genealógico en que está registrada la cantidad de miembros de una especie, y los miembros que tienen derecho a parir. Así previenen surplús y endogamia. Tampoco dependen ya de comerciantes, ni tienen que sacar animales salvajes de su hábitat.” Es el sueño de todos los parques zoológicos. |
Sobre disecadores y parques dudososUna cuidadora de zoo anónima habla. "Todos
aquí hemos visto cosas malas, pero de
no hablamos. Nos excluyen. Tenemos un trabajo
maravilloso, que por ti cien otros.” Otro ejemplo es el del tigre que fue a otro
zoo. Unos meses después, la sala de exposiciones
del zoológico tuvo un nuevo tigre disecado.
La cuidadora: "¡Era el mismo animal!
La mataron. Cuentan buenas historias que de verdad
te gustaría creer, pero son mentiras.” Un empleado de un refugio de lobos que se considera ajeno al asunto habla de sus dudas. En un zoo cercano solía haber una manada de once lobos. "Un animal protegido, pero de repente sólo quedaron cinco. No fueron a otro zoo, simplemente se habían ido. Nosotros del refugio informamos, y nos contestaron con un aire distante. Aquellos animales se sacrificaron.” Un empleado de la fundación Pantera, que acoge a tigres, leones y osos, cuenta: "Un ochenta por ciento de nuestros animales nació en un parque zoológico. Muchas veces también pasaron un rato en un circo o un garito.” Una cosa extraña, dice, es que sólo hay animales de Alemania, Bélgica y Francia. "Los zoos neerlandeses no nos traen animales, porque les da mala publicidad.” Una empleada del refugio de animales exóticos dice que el problema del surplús zoológico es un problema europeo. "Algunas especies valen su peso en oro. De otras especies en cambio casi no hay demanda. Como los babuinos de Guinea, que paren como los conejos. De osos y leones tampoco hay demanda. últimamente son los felinos - los linces, panteras y pumas - las víctimas de falta de alojamiento. Para una cobaya gigante patagónica nadie hace esfuerzo. |
A veces, una especie se pasa de moda. Los zoológicos se mandan informes de desiderata
y especies sobrantes, según
el programa de intercambio. La información
es confidencial y lógicamente interesantísima
para los comerciantes de animales. |
DegeneraciónLa cantidad de bastardos y endogamia en los
zoos europeos es enorme. Incluso hay cruces de
leones y tigres. Quedan pocos animales genéticamente
parecidos a los congéneres salvajes. El
director de antes: "Hemos criado desordenadamente
durante décadas. Estábamos contentos
de tener una pareja fértil por lo menos.
Por eso ocurre que hay muchos bastardos de todo
tipo. Lo que hacemos ahora, es dejar que se extinguen
uno por uno.” En cierto zoo de buena fama siguen naciendo leones bastardos. "Pasamos años queriendo soltarlos,” dice el gerente, "No nos interesa quedarnos con especies poco populares.” Es el dilema del zoológico moderno Aspiran conservar especies, en proyectos ′Arca de Noé′. Pensando
que cuando extinga un animal en estado salvaje nos quedan los que están
criados en un zoo para realojarlos en un parque natural. Por lo tanto, pretenden
conseguir animales genéticamente semejantes a los congéneres salvajes. Los bastardos sobran. Los grandes parques ya han reducido la cantidad a la mínima, por medio de exportación y eutanasia. En los pequeños parques todavía quedan muchos. Un veterinario dice: "El cruce de tigre y león es el ejemplo más claro. Un feto de la naturaleza. Y los mapaches, que genéticamente son un desastre. Esos están en construcción cementerio. Sacrificar todavía no hace falta, porque no hace falta el espacio que ocupan. Pero los abandonan a su suerte, dejándolos para los cuidadores que están implicados emocionalmente.” |
Un león bueno es un león muerto.Por otra parte son muchos los parques que crían
mapaches. Los comerciantes han descubierto un
mercado: el mapache como animal doméstico. La empresa de Jacques Boute en Venlo (Holanda
del sur) diseca cabezas de animales y fabrica
alfombras de las pieles. Con las alfombras viene
el certificado de ´procedente de animal nacido en cautividad´. El motivo para comerciantes como Lenaerts es dinero,
mucho dinero. Tom de Meulenaar, del despacho de
Traffic Europe (que investiga el tráfico
de animales exóticos) sabe lo lucrativo
que es el comercio de osos y tigres sobrantes. "Animales
del surplús son todo un comercio. Aún
más lucro está en los productos derivados;
las pieles, los huesos y los órganos. Las
pieles van al disecador y las carcasas van a China
o Taiwán para la producción de medicina
tradicional.” Huesos de tigre valen
1500 dólares el kilo. La bilis de oso vale
más que la cocaína. Tres leones, dos osos y un tigre - pieles con cabeza - nos miran desde el mostrador. Al lado, con las patas levantadas, hay un león muerto sentado. "Animales sobrantes de parques zoológicos”, dice Boute. |
Las reglas CITES para especies amenazadas.El filial del ministerio de agricultura
está enfrente de la estación de
trenes. Allí sede el departamento que
vigila las reglas del convenio CITES, tratado
internacional sobre las especies amenazadas.
Un pequeño equipo controla el comercio. Otros zoológicos parecen que nunca han pedido permisos. Un zoo sólo pide permiso para el comercio de animales muertos. Las listas anteriores del año 1997 no están a disposición, ´por razones técnicas´. Por lo visto, un nuevo programa informático ha borrado la información. Un empleado de la oficina se encoge de los hombros. El control de los zoológicos no tiene prioridad, el departamento tiene que tratar 13.000 peticiones al año.¿No pudiera ser mejor el control?Porque examinando los papeles, encontramos muchos casos extrañas. Un zoo pidió permiso para la exportación de once chimpancés. Pero el informe anual del mismo año no presenta ninguna exportación en absoluto. Comprobando el permiso, resulta que el destino fue un laboratorio de la universidad de Zürich, poniendo: "10 cadáveres de chimpancés.Objetivo: Ciencia”. Fueron destinados para la investigación genética. Otra petición del mismo zoo es de poco después, esta vez para la exportación de catorce chimpancés. Además mandaron seis primates protegidos a un centro de primates de la misma universidad de Zürich, dice el director del zoo. "No para pruebas biomédicas, sino para investigación de conducta.” Otro ejemplo. Un zoo pidió permiso tres veces en un año para la exportación de monos con destino Polonia y la República Checa. Comprobando ´el permiso nº 10593´, resulta que fueron mandados al zoo de Pilzen, pero con finalidad comercial. Algunos zoológicos venden animales a coleccionistas. Por ejemplo, un jeque de petróleo de los Emiratos árabes Unidos. Le venden una especie de antílope sumamente rara, el oryx árabe. Un antílope blanco, extinto desde principios de los años setenta. No se trata de un proyecto de realojamiento, como en Omán. El jeque ya posee cuatro oryx en su finca, registrados en el banco de datos ISIS, que controla mundialmente las colecciones privadas de animales protegidos.Por conservación de la naturaleza los zoológicos prefieren no sacar animales del ámbito natural. Pero son listos. Un ejemplo: un parque de primates quería conseguir monos bonobo, una especie rarísima. Sólo quedan cien de ellos viviendo en cautividad. Lógicamente no hay ni un zoo que los suelte. Por lo tanto los precios suben a unos 500.000 euros el ejemplar. La suerte le tocó al director del parque de primates cuando pude comprar seis bonobos en Zaire. Eran animales de laboratorio en un instituto de investigación biomédica en Kinshasa. Más bonito no hay: animales salvados de un laboratorio cruel. ¿O se trata de un rodeo quizás, para obtener animales salvajes? El permiso nos ayuda. Debajo del titular ´Orígen´ viene la letra ´W´, de ´Wild´, que significa salvaje. Quiere decir que los animales han sido sacados de su ámbito natural. Es un viejo truco. Hace años, otro zoológico ´salvó´ a siete gorilas de las manos de un comerciante en Camerún. Costó 120.000 euros. Fue un escándalo internacional. "Vinieron de un ambiente sospechoso”, reconoce la dirección del zoo. "Nos pidieron el favor de acogerlos, lo que nos encantó.” Otra operación de un zoo holandés es la del primate más amenazado, el tití león dorado. No hay más que cuatrocientos viviendo en estado salvaje. A través de este zoo, seis de ellos desaparecen del banco mundial de datos ISIS en el año 1998, cuando el zoo los exporta a la República Checa. Europa del este es afamado por la venta de todo tipo de animales. Los parques zoológicos no llevan registro, excepto el zoo de Praga. Sólo les queda uno de los tití dorado. "Siguen allí los seis. Acabo de llamar esta mañana,” nos asegura el director del zoo que los mandó. No entiende que es imposible, ya que dos animales murieron en el viaje, como está en el permiso. "De verdad que he llamado.” Un comerciante extranjero explica: "Esos monos son tan rarísimos, que el destino de Praga no suena muy lógico. Los mejores parques pagarían su peso en oro.” De la exportación de ocho monos japoneses a Ucrania se ríe: "Nadie los quiere. No hay explicaciones para un transporte tan caro, sólo dumping. Por eso los animales se van a Bulgaria o Egipto; aquellos zoos nunca se llenan.” De la administración de exportación resulta que los países del Este son populares. El veterinario: "Es una elección. Claro que allí el alojamiento es peor. Pero también la gente está peor.” |
La eutanasia, según la versión oficial, no se practica. Sólo en casos de vejez o enfermedad terminal. Sin embargo encontramos cantidad de fallecimientos extraños. Una loba parió seis cachorros, y murieron todos, según el informe anual. Nacieron diecisiete críos antílopes, todos murieron. Nada menos que treinta y tres críos de cabra fallecen. Un manjar para los predadores, reconoce uno de los zoológicos. En otro nacieron seis cachorros leones completamente sanos de los que ninguno siguió vivo hoy en día. Una chita parió una camada de seis cachorros preciosos que murieron todos, como también desaparecen dos chitas adultas. En la lista de muertes del zoológico en cuestión pone: Cinco machos y una hembra: DESTRUIDOS. El último animal simplemente desapareció. En la lista de muertes de otro zoológico
vemos que muere un grupo entero de coatíes.
Tres llegan al congelador, el resto sigue dos meses
después. Traffic Europe, la organización que estudia
el tráfico de animales protegidos, se
preocupa por el destino de los animales en parques
zoológicos. El director de Traffic Europe
en la oficina principal en Bruselas, Tom de Meulenaar,
dice: "En la ley hay unas lagunas enormes.
Controlan bien el trato de animales salvajes.
Pero las reglas para animales en cautividad son
un desastre. Por eso hay mucho fraude.
Con un animal de zoo puedes blanquear fácilmente
a un animal salvaje. Con un animal salvaje dispones
del material genético perfecto para la
cría. Además puedes intercambiar
o venderlo sin restricciones.” Los viejos y feos animales, los bastardos y los
animales de sexo no deseado, se cambian sencillamente
por animales de ´mejor calidad´. Incluso
los microchips no son problema; se le quita al
animal muerto y se le pone al animal salvaje. El director del zoo de Amsterdam llegó a las
noticias diciendo que existían dos razones
para dejar parir a los animales. Uno: tener cachorros
es divertido. Dos: los puedes partir en partes y
venderlos a la industria de medicina china, lo cual
salvaría la vida de animales salvajes. El
director fue reprendido fuertemente. Sin embargo,
su manera de pensar es típica. Más
y más zoológicos sacrifican sus camadas.
Uno dice: "Todavía no es ninguna regla.
En Dinamarca ya es la práctica diaria. Hoy
en día me atrevo a defenderla. El director
del zoo de Amsterdam lo dijo un poco fuerte, pero
la idea es la misma. Tenemos que explicarle al público
que la muerte es parte del juego.” El
veterinario: "No tiene que haber secretos.
Los parques zoológicos tienen que ser abiertos
sobre este tema.” Al lado del refugio de animales exóticos hay un pequeño garaje. Dentro están metidos en cuarentena los cinco babuinos de Guinea. "Una cosa asquerosa,” dice el director del refugio. "El con la lengua fuera está mentalmente retrasado. El otro tiene el tórax en quilla, no lo he visto tan fuerte en mi vida.” Suspira. "Esto no tiene buena pinta.” El origen de los babuinos todavía es desconocido. El director del refugio opina que problemas de este tipo seguirán existiendo, si no imponen la obligación de registro para cada animal. "Es horrible que los zoológicos matan a los animales que lucieron una temporada antes. O que los mandan a un laboratorio ruso donde se quedan con electrodos en la cabeza.” Una semana después llegan los datos que faltaban. Casi seguro que los monos vienen de Bélgica. "Nos dieron el nombre del comerciante Lenaerts.” La peor noticia es el resultado de las pruebas médicas. "Un animal tiene el peligroso virus herpes-b. De los otros lo sospechamos también. Si uno de ellos le escupe a una persona, esa persona morirá seguro. Es una enfermedad irreversible.” El comerciante de 34 años ha corrido mucho riesgo. Lo que va a pasar con los monos es la cuestión. "Tenemos que meditar bien la cosa. Igual resulta mejor sacrificarlos. Un animal con herpes es muy peligroso.” La cuidadora anónima nos llama por teléfono.
Llora. "¡Han asesinado a mi pantera! ¡Le
han metido una inyección letal!” "Sí,” dice
el zoo. "Era un bastardo. No tenía
mucho público.” Hasta allí el tema de los zoológicos. En las granjas educativas ocurre lo mismo. Mándanos tus informaciones sobre los zoológicos Españoles. |