A muchas personas que tienen un trastorno
psicológico y que se han sometido a tratamientos
psiquiátricos o que se han atendido con a un trabajador
social, se les recomienda cuidar a un animal; otras veces
ellos mismos manifiestan estar interesados en ello. Se
supone que cuidar a un animal devuelva gradualmente la
estructura a sus vidas. De a poco aprenderán a
aceptar nuevamente responsabilidades. Puede que este sea
el caso, pero en la práctica cuesta más
de lo que entrega. El cuidado de animales generalmente recae sobre voluntarios. Cuando estos voluntarios deben, además, hacerse cargo de personas psicológicamente trastornadas, las tres partes sufren:
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Para darles una idea de lo que sucede con estos asistentes voluntarios, presentamos a continuación unos cuantos casos reales; hemos cambiado los nombres de los protagonistas. |
Casos de la vida realJohn tiene 40 años, es esquizofrénico. Silencioso, como un robot. John escucha voces, quiere llevar a los animales a otros refugios. Pero alguien debe acompañarlo, porque en el camino John siempre recibe órdenes de conducir derecho cuando debería doblar. Pero acompañarlo tampoco es de ayuda, las voces que están en su cabeza son más fuertes que la mía. John sigue derecho tan a menudo que nos demoramos todo el día en llegar al refugio. Los animales deben permanecer demasiado tiempo en el automóvil, están enfermos. John también quiere recoger animales que están en casa de alguien que se haya contactado con nosotros para que retiremos este animal. John va y luego me los lleva para que les dé primeros auxilios. Me mira de manera ausente cuando le explico que los animales pequeños van en jaulas pequeñas, y los animales grandes, en jaulas grandes. Que las jaulas deben forrarse con periódicos o con heno, y que los animales deben ir bien asegurados para evitar posibles lesiones. John asiente una y otra vez con la cabeza, pero en repetidas ocasiones termina en nuestra puerta con animales muertos, o sin ningún animal del todo. John sigue poniendo animales pequeño en jaulas grandes, con barrote muy separados entre si, y sin papel de diarios. Los animales pequeños literalmente se resbalan o salen disparados por entremedio de los barrotes debido al piso resbaloso de las jaulas. Han muerto o han desaparecido. Casos de la vida realNadine es una adicta a la moda. Convirtió su
vida en un desastre y terminó en una clínica
siquiátrica. Una vez de alta, quiso trabajar
con animales. Se aparece en tacos altos y mini falda
para hacer su turno en el centro de cuidado animal.
Nadine se fuma un cigarrillo, luego otro y otro. Acto
seguido, Nadine quiere llamar a su terapeuta y después
a su pareja, porque cree que la ha estado engañando.
Dice que cree estar embarazada y llora. Abre su vistoso
bolso de cuero, del cual salen varias botellas de perfume.
Persigue constantemente a los cuatro cuidadores de animales,
rociándolos con perfume. A Nadine le da hambre,
desaparece en la cocina. Fuma su último cigarrillo.
Habla de sus problemas y fuma de nuevo. El teléfono
para emergencias animales suena y ella no lo nota. Para
su siguiente turno, Nadine llega puntual y el ritual
se repite. |
Nico tiene 45 años de edad. Tiene
daño cerebral permanente, causado por un accidente
automovilístico. Hace otro tipo de trabajos voluntarios
en una granja para niños y en una empresa sanitaria.
Limpia jaulas, cambia el heno, y toma muestras del río
para la investigación. Luego de una llamada, Nico
sale a buscar a animales heridos. Nico se hace pasar por
veterinario, ecologista, psicólogo de animales,
biólogo y antropólogo. Examina a los animales
de las personas que llaman, y hace los diagnósticos.
Durante uno de estos controles accidentalmente aprieta
demasiado a una tórtola y la mata. Se vuelve vanidoso
y desconoce los limites. Constantemente debemos ir a las
casas de las personas que han llamado para desmentir sus
títulos. Le gusta mandar al resto de los voluntarios
y dice que es el mejor.Jack tiene 38 años. Toma medicamentos
para la psicosis. Libera a una bandada de gansos dentro
de su camioneta y los transporta. Alas rotos, picos sangrando,
la camioneta queda llena de excremento de pájaro.
Jack deja encerrados a un pato y a un loro en la camioneta
caliente y con las ventanas cerradas, y se va a tomar
un café, por ahí. Se olvida de que los animales
están en su auto, se olvida de que lo estamos esperando,
y los animales mueren. |
Marja es ninfómana. Está en cuidados psiquiátricos durante el día. Trabajó en la industria del sexo. Esta obsesionada con su cuerpo, y es obvio que ama a los animales. Pero no se compromete con ellos. Hace gimnasia todo el día para mantenerse en buena forma. Mientras se ocupa de los animales, trabajo que hace bien, también hace ejercicio. Pero esta fórmula no funciona, el horario no lo permite. Pero ella no puede evitarlo, algo en su cabeza le dice que tiene que hacer ejercicio. Lava sus manos constantemente, a cada minuto. De otra forma, dice, se contaminaría. Al término de su turno, terminamos las tareas que ella dejó pendientes. Siempre llega a tiempo. Mantiene aventuras con todos que llega a conocer y quiere mantener relaciones sexuales con ellos durante su turno. Ha tenido a muchos hombres lo que causa tensión entre los trabajadores.Theo tiene 32 años y esta crónicamente desempleado. Dice que debido a sus problemas psiquiátricos no puede trabajar. Dice tener discapacidad, y la administración nos lo envía. Quiere hacer lo que sea por los animales. Luego de recibir un informe de un animal herido, Theo tiene que ir al lugar del accidente. El animal se encuentra en medio de la calle, lo golpeó un auto. Theo no se ha afeitado. Theo piensa que es más importante rasurarse, porque no puede salir así. Se afeita, y mientras tanto un segundo automóvil atropella al animal, antes de que llegue Theo. Cuando le llaman otra vez, Theo decide terminar de ver un video, porque es muy emocionante. La tercera vez, Theo deja a un pequeño animal muy mal herido en la puerta del refugio: un gato encuentra al pequeño animal en su caja y lo mata. |