El origen de la mayor parte de
los problemas que sufren perros y gatos en el
mundo hispano es, sin ninguna duda, su superpoblación.
El nacimiento de camadas indeseadas provoca abandonos,
los abandonos la proliferación de animales
sin dueño, y los animales sin dueño
nuevas camadas incontroladas que se suman a los
animales abandonados. Todo un círculo
vicioso que constituye el grueso de los cientos
de miles de animales que cada año son
atropellados, mueren enfermos en cualquier rincón
o son sacrificados en zoosanitarios y albergues.
A pesar de esa indiscutible realidad, extraña
comprobar la existencia de ciertas actitudes
opuestas a las prácticas de esterilización
de perros y gatos. ¿De dónde procede
la extendida creencia de que las hembras necesitan,
para su bienestar y salud, parir al menos una
vez? ¿Qué conduce a pensar que
perros o gatos pueden sufrir algún tipo
de frustración si son esterilizados? Sin
duda que tales actitudes son producto del desconocimiento
tanto de la psico-biología de estos animales
como de las crueles situaciones que padecen los
que superviven sin dueño.
Esterilización en perros y gatos: longevidad y bienestar
"La vasectomía en el macho y la ligadura de trompas en la hembra
son métodos eficaces de esterilización
ya que impiden la fecundación aunque se
produzca la monta, pero sin ningún beneficio
añadido a la salud del animal. Son métodos
muy poco usados en medicina veterinaria porque
no eliminan las conductas indeseables relacionadas
con la función sexual, y con la excepción
de evitar la procreación carecen de todas
las ventajas que como veremos más adelante
conllevan otras operaciones en las que se eliminan
las glándulas productoras de hormonas
sexuales".
Los veterinarios recomendamos la castración
o gonadectomía (extirpación de
las gónadas o glándulas sexuales)
como método de esterilización por
los beneficios que suponen. La intervención
consiste en la extirpación de los ovarios
y útero en la hembra (ovariohisterectomía)
y de los testículos en el macho (orquiectomía).
Tanto una como otra son operaciones sencillas,
con una recuperación muy rápida
(especialmente en gato macho donde la incisión
es tan pequeña que no requiere sutura),
que se realizan bajo anestesia general y por
tanto sin dolor. La castración es una
solución definitiva, sin los efectos secundarios
de los contraceptivos orales o inyectables, y
que reporta importantes beneficios no sólo
para el propietario sino también para
el animal. Se recomienda realizarla a edades
tempranas (incluso se puede practicar antes de
la pubertad), teniendo en cuenta además
que es falsa la opinión tan difundida
de la conveniencia para la salud de la hembra
de tener como mínimo un parto a lo largo
de su vida. Estas intervenciones no modifican
ningún comportamiento del animal a excepción
de los relacionados con la reproducción,
que, en la mayoría de los casos además, son molestos para el propietario. Su relación
con el dueño, su forma de ser, su inteligencia
o ganas de jugar no cambian.
Entre los principales beneficios de la gonadectomía podemos destacar
En la hembra:
Alarga su esperanza de vida porque, evidentemente,
evita posibles problemas ováricos y
uterinos (quistes, tumores, infecciones, pseudogestaciones)
y los riesgos del parto. Pero además
practicada a edades tempranas disminuye significativamente
la incidencia de tumores mamarios. También
evita que se escapen y puedan perderse, provocar
o sufrir algún accidente y tener contacto
con otros animales de origen desconocido que
puedan transmitirles enfermedades venéreas,
infecciosas o parasitarias.
Evita
el marcado con orina y las manchas de sangre
durante el periodo de proestro (molesto en
perras que viven o acceden al interior de
la vivienda).
Evita la atracción de los machos.
Al eliminar los celos, elimina los intensos
maullidos de las gatas durante este periodo.
En las perras que muestran agresividad sólo
durante los periodos de celo, hace desaparecer
este comportamiento (sólo estaría
contraindicada en hembras que sean siempre
agresivas independientemente del momento
del ciclo en que se encuentren porque puede
aumentar la agresividad).
Y por supuesto impide que traigan al mundo
más cachorros que pueden acabar abandonados,
sacrificados o que "carguen" al
dueño con un número de animales
mayor del que puede atender. Especialmente
en el caso de las gatas, una hembra sin control
reproductivo puede llegar a crear junto con
sus descendientes una población de
más de 300 gatos en dos o tres años.
En el macho
Al igual que en la hembra alarga la esperanza
de vida, como es lógico también porque
evita posibles problemas testiculares (quistes,
torsiones, tumores) pero además previene
la aparición de otras alteraciones prostáticas
(hipertrofia, adenocarcinomas…).También
evita las escapadas con los accidentes que
conllevan.
Disminuye la agresividad por dominancia
y la agresividad entre machos.
Evita el marcaje con orina en el 50% de
los perros y el 90% de los gatos.
Evita la irritabilidad, nerviosismo y frustración
que padecen los machos enteros cuando no
pueden llevar a cabo la conducta reproductiva
que su ambiente hormonal les marca.
Evita
las montas a personas u objetos inadecuados.
únicamente debemos tener en cuenta dos cuidados especiales tras la intervención
Vigilar el peso del animal: algunos animales
tienden a aumentar de peso por una disminución
del metabolismo y un aumento de la ingesta.
En este caso se debe ofrecer al animal una
dieta racionada (dosificada) y/o con un nivel
de grasa reducido (light).
En menos de un 1% de la población total de
gatos se producen obstrucciones urinarias producidas
por cristales en la orina. Y de ese 1% de gatos
afectados el 80% serían machos castrados.
Por lo tanto en el gato es recomendable tras la
operación vigilar que el gato orine todos
los días o dar una alimentación preventiva
de estos trastornos.
cuándo puede realisarze le esterización
(Fuente: Ray Butcher, consultor veterinario
de la WSPA.)
La Consultoria Veterinaria de la World Society
for the Protection of Animals (WSPA) afirma que
la esterilización puede realizarse, sin
riesgos significativos, antes de que el animal
alcance la pubertad y a partir de las ocho semanas
de edad. Señala que el mayor riesgo de las
esterilizaciones a edad temprana está relacionado
con la anestesia, aunque es un riesgo fácilmente
evitable si se utilizan los protocolos adecuados.
Por contra, la esterilización a edad temprana
reduce el riesgo de cáncer mamario y evita
los embarazos no deseados que pueden producirse
cuando falla el control de las hembras durante
su primer celo.
Señala que algunos veterinarios mantienen
criterios contrarios a las esterilizaciones practicadas
antes de los cinco meses de edad o antes de la
pubertad, aunque no existen evidencias científicas
que justifiquen tales posturas.
La Federación de Asociaciones Veterinarias
de Animales de Compañía no ha adoptado
ningún acuerdo al respecto. Reconoce que
no ha podido alcanzarse un consenso entre sus veterinarios
asociados sobre si es mejor realizar las esterilizaciones
antes o después de que los animales alcancen
la pubertad. Admite que en campañas encaminadas
al control de animales sin dueño se realicen
las esterilizaciones a partir de las siete semanas
de edad si se adoptan precauciones específicas
relacionadas con la anestesia, la técnica
quirúrgica a emplear y la recuperación
posterior. En animales con dueño, la FAVAC
recomienda que cada veterinario decida con el dueño
de la mascota el mejor momento para realizar la
esterilización.
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