Cada individuo en el mundo usa cierta cantidad de espacio en el planeta tierra.
Cuánto espacio dependerá de lo que cada uno consuma.
A través de la Huella Global es posible medir
éste espacio en hectáreas de terreno.
El espacio no solo implica la tierra dedicada a la producción
de comida. Papel y transporte requieren espacio también.
Todo lo que se come, viste y se compra es producido
en alguna parte, por lo tanto necesita ser transportado.
La carne y derivados lácteos contribuyen de manera
importante al tamaño de esta Huella Global.
Es obvio que el terreno para producción de ganado,
casas y carreteras ocupan un parte importante de espacio.
Y por supuesto el consumo de energía. Este consumo
se calcula en la cantidad de emisiones de CO2 (dióxido de carbono). Para convertir una parte
de CO2 en oxigeno, es necesaria una cierta
cantidad de bosque, etc. etc…. La cantidad de hectáreas calculadas a utilizar por
cada persona permitiendo compartir el planeta sin dañarlo
está estimada en 1.7 hectáreas. La población
del oeste obviamente hace uso de una Huella Global más
extensa que el resto, acaparando unas 2.3 ha por individuo.
Con el fin de permitir que cada ciudadano del mundo
consuma lo que quiera, se debe buscar una manera de
equilibrar la sobreproducción. Debemos asegurarnos
de que el consumo no excede a la producción que
puede sostener nuestro planeta. También debemos
pensar en dejar a nuestros predecesores un planeta lo
más sano posible. O sea, no solamente el que
poluciona debe pagar sino también el que consume
en exceso. Mejor si se recompensara al que no consume
tanto como los demás. Si queremos compartir nuestro
planeta de una manera equitativa debemos ceder esas
hectáreas que no nos pertenecen. La gente difícilmente
se niega a la prosperidad pero eso no es necesario,
la libertad, responsabilidad y fijar limites van a la
par. Un crecimiento consciente y un reajuste en los
estilos de vida no tienen porque reducir prosperidad.
Además, un estilo de vida sostenible lleva a
crecimiento mental.
El consumismo excesivo es inmaduro contrariamente a
un estilo de vida moderado como signo de madurez mental.
En el día de hoy, crecimiento y prosperidad resultan
en mayor consumismo y problemas medioambientales, el
cambio climático en particular.
Los animales necesitan también espacio para vivir
Es de su interés que los humanos
dejen de invadir sus hábitats. En la actualidad
estos hábitats se están reduciendo a pasos
agigantados. Cuando todos nos pongamos de acuerdo en
compartir equitativamente el planeta, los hábitats
de los animales dejaran de verse afectados. Esto no
significa que somos libres de consumir lo que queramos
hasta que el acuerdo se haga realidad, pero a partir
de este momento los hábitats deben ser protegidos
para que los animales de esas zonas disfruten de libertad
de movimiento.
Para conseguirlo los países no deberían
criar más ganado del que consumen a nivel nacional
(menos sería ideal), parte de la tierra utilizada
con este fin debería devolverse a la naturaleza
y el terreno utilizado para pasto cultivado bajo dirección
biológica.
La Apuesta
En España está organizada por el Consejo de la Juventud de España y Amigos de la Tierra Juventud y se coordina desde una
oficina propia en Sevilla. Cuenta con el apoyo del Ministerio
de Medio Ambiente, La Comunidad de Madrid y la Consejería
de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.